Los frutos del espíritu

 Los Frutos del Espíritu  

 






Los Frutos del espíritu representan las características y actitudes que como creyentes deberíamos tener.

Estos Frutos son amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza. (Gálatas 5:22-23) 


¿Qué es el amor?


La Biblia enfatiza que el amor es una característica esencial de la vida cristiana. Es un amor sacrificial, desinteresado y comprometido que busca el bienestar y el bien de los demás. El amor es una virtud que debe ser manifestada tanto hacia Dios como hacia los demás, y es un distintivo del discipulado cristiano. 

El amor es la manifestación suprema de las virtudes cristianas.

 

¿Qué dice la palabra de DIOS sobre el amor? 


Según la Santa biblia el amor es: 

 

 Sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 

1 Corintios 13:4-7 RV 1960 )


Este pasaje nos muestra el amor como una fuerza poderosa y transformadora en nuestras vidas. 


¿Qué es el gozo?


 El gozo como fruto del Espíritu Santo no se basa en las situaciones externas o en las emociones superficiales, sino en la relación personal con Dios y en la certeza de su amor y salvación.


Es una alegría interna que nos llena incluso en medio de las pruebas y dificultades. Este gozo nos fortalece, nos permite enfrentar las adversidades con esperanza y nos capacita para ser testigos del amor y la bondad de Dios en el mundo. 



 

"A quien amáis sin haberle visto, en quien, creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso".


Aquí se destaca que el gozo en Cristo es tan grande e indescriptible que trasciende las circunstancias presentes. Aunque no podamos ver a Cristo físicamente, nuestra fe en Él nos llena de un gozo glorioso. 


¿Qué es la paz?


Podemos definir la paz como la tranquilidad que nos entrega Dios primeramente espiritual, personal, familiar y en cada una de las áreas donde nos rodeamos. Es un estado de armonía y tranquilidad interior que proviene de la confianza en Dios y de vivir en obediencia a sus principios. 


La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. 

(Juan 14:27 RV )




¿Qué es la Paciencia?



La paciencia, según la Biblia, implica tener una actitud de tolerancia y perseverancia en medio de las circunstancias adversas. Es la capacidad de esperar sin quejarse, mantener la calma y confiar en el tiempo y el plan de Dios. La paciencia nos ayuda a mantenernos firmes en la fe, a tratar a los demás con amabilidad y a confiar en que Dios cumplirá sus promesas en su debido tiempo. 


Es importante destacar que la paciencia no significa pasividad o resignación, sino más bien una actitud activa y confiada en Dios mientras esperamos su voluntad. Es una virtud que nos permite crecer en nuestro carácter y confianza en Dios.


¿Qué es la benignidad?


En la Biblia, la palabra "benignidad" también se traduce como "bondad" o "generosidad". Se refiere a tratar a los demás con ternura, comprensión y compasión. La benignidad implica actuar de manera amable y considerada hacia las personas, mostrando disposición para ayudar, perdonar y mostrar actos de bondad sin esperar nada a cambio. 



La benignidad también se relaciona con el carácter de Dios.

En el Salmo 145:9, dice:


"Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras".


La benignidad de Dios se manifiesta en su amor incondicional, su gracia y su misericordia hacia la humanidad. 


Por lo tanto, la benignidad, según la Biblia, implica tratar a los demás con amabilidad, compasión y generosidad, siguiendo el ejemplo de Jesús y reflejando el carácter de Dios en nuestras acciones y actitudes hacia los demás. 

 

¿Qué es la bondad?


La bondad según la Biblia implica tener una actitud de benevolencia, amabilidad y generosidad hacia los demás. Es un reflejo del carácter de Dios y se espera que los creyentes manifiesten esta cualidad en sus acciones y relaciones con los demás, siguiendo el ejemplo de Cristo. 


"Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia".

(Tito 3:4-5)

 

 Este versículo enfatiza la manifestación de la bondad de Dios a través de su amor y misericordia, lo cual se evidencia en la salvación ofrecida a cada uno de nosotros. 

 

¿Qué es la fe?


La fe, según la Biblia, es un concepto fundamental en la vida de un creyente y se describe en Hebreos 11:1 como: "La fe implica confiar plenamente en Dios, creer en su existencia, en su carácter, en sus promesas y en su obra redentora a través de Jesucristo. Es más que una mera creencia intelectual; es una relación personal de confianza y entrega a Dios.

 

La Biblia enseña que la fe es un don de Dios (Efesios 2:8-9) y es por medio de la fe que somos justificados y reconciliados con Dios (Romanos 5:1). La fe nos permite acercarnos a Dios y experimentar una relación íntima con Él. 


En la Biblia encontramos muchos ejemplos de personas que vivieron por fe, como Abraham, Moisés y los apóstoles. Estas personas confiaron en las promesas de Dios y actuaron en consecuencia, incluso en medio de las dificultades y las pruebas. 

 

En resumen, la fe, según la Biblia, es una relación de confianza en Dios y en su Palabra. Es creer en su existencia, confiar en su carácter, aceptar su obra redentora en Jesucristo y vivir de acuerdo con esa convicción, confiando en Él incluso cuando no vemos los resultados inmediatos. 


Es reconocer nuestra dependencia de Dios, obedecer su Palabra y confiar en su poder y fidelidad. 

 

¿Qué es la mansedumbre?  


La mansedumbre, según la Biblia, es una actitud de humildad, suavidad y sumisión ante Dios y los demás. Es una virtud que se menciona en las Escrituras y que se considera uno de los frutos del Espíritu Santo. Aquí tenemos una referencia bíblica que habla sobre la mansedumbre: 


"Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad". (Mateo 5:5)


En las bienaventuranzas, Jesús enfatiza la bendición que reciben aquellos que son mansos. La mansedumbre está relacionada con la humildad y la capacidad de someterse a la voluntad de Dios. 

 

La mansedumbre, no debe confundirse con debilidad o pasividad. Más bien, implica tener control sobre las emociones y una actitud de humildad, sumisión y suavidad en nuestras interacciones con los demás.


La mansedumbre nos capacita para responder con gracia y paciencia en lugar de responder con ira o violencia. Es un reflejo del carácter de Cristo, quien se describe como "manso y humilde de corazón" (Mateo 11:29), y se espera que los creyentes busquen cultivar esta cualidad en sus vidas. 

 

¿Qué es la templanza? 


La templanza, según la Biblia, se refiere a la capacidad de ejercer autocontrol, moderación y disciplina en todas las áreas de la vida. También es conocida como dominio propio o autodominio.

Aquí hay una referencia bíblica que habla sobre la templanza: 


"Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado".

(1 corintios 9:25-27)

 

 

 Aquí, el apóstol Pablo habla de la importancia de ejercer control y disciplina en su vida para correr la carrera cristiana de manera efectiva. 

 

La templanza implica controlar los impulsos y deseos, y vivir de manera equilibrada y controlada. Incluye disciplinarse en el uso de los recursos, las palabras, los pensamientos y las acciones. También abarca el autocontrol en áreas como la alimentación, las pasiones y las reacciones emocionales. 




¿Para qué sirven los frutos del espíritu?


En resumen, los frutos del Espíritu fueron creados con el fin de conformar a los creyentes a la imagen de Cristo, reflejar el carácter de Dios y tener un impacto positivo en sus vidas y en la comunidad que les rodea. Son evidencia de una fe genuina y transformación interior, y muestran el poder del Espíritu Santo para producir cambios significativos en la vida de las personas. 

 

Estos frutos son características que se espera que los creyentes desarrollen a medida que el Espíritu Santo obra.


Cabe destacar que aún estamos aprendiendo a educar, puesto que  todos los días aprendemos algo nuevo sobre este largo y bello camino del homeschooling. 


Sofía Irribarra


Tal vez te interesen estas entradas

No hay comentarios